La apnea del sueño es un trastorno frecuente que produce interrupciones de la respiración por segundos a minutos. Es conocido por provocar ronquidos y en Chile, afecta a entre 800 mil y 1 millón 200 mil personas.
La somnolencia diurna excesiva, provocada por un sueño poco reparador, es una de sus consecuencias, pero también tiene impacto a nivel cardiovascular, metabólico, neurocognitivo y respiratorio. Incluso se ha asociado con mayor riesgo de cáncer y accidente de tránsito.
Ante una sospecha de apnea del sueño, la poligrafía respiratoria es el estudio diagnóstico para confirmarlo.
“Es como un holter de presión arterial que monitoriza la presión arterial durante el día. Este estudio monitoriza las variables cardiorrespiratorias durante el sueño a través de un equipo portátil que luego de una breve instrucción , el paciente se lleva a su casa para registrar una noche típica de sueño en su ambiente habitual, tecnología que hace más accesible el estudio”, explica el doctor Jorge Jorquera, broncopulmonar del Centro del Sueño de Clínica Las Condes.
Este estudio permite conocer si el paciente ronca, realiza pausas respiratorias mientras duerme y si existe o no caída de la oxigenación, además de permitir estudiar -en la comodidad de su cama- en un ambiente conocido, la gravedad de su enfermedad y, a partir de ello, planificar la estrategia terapéutica.
A diferencia de la poligrafía, la polisomnografía -que también se utiliza para diagnosticar apnea del sueño-, consiste en el análisis de variables neurofisiologicas y cardiorespiratorias durante el sueño, pero en un ambiente hospitalizado, donde a través de sensores se identifica la arquitectura del sueño y la actividad ventilatoria y cardíaca, este es el estudio de referencia para el diagnóstico de enfermedades.
Algunos factores de riesgo para la apnea son los antecedentes familiares, la edad (mayores de 40 años en los hombres, después de la menopáusica en las mujeres), el sobrepeso, la obesidad y una circunferencia cervical de 43 o más centímetros en el hombre y 40 en mujeres.
ARTICULO PUBLICADO EN BLOG CLINICA LAS CONDES